CHINA: Miembros de una Iglesia enviados a campos de trabajo
Por meses las autoridades locales en la ciudad de Zhuozhuou,
en la provincia de Hebei, han puesto su mirada en una iglesia que se reúne en
casa perteneciente a la denominación China para Cristo. Los miembros de la
iglesia han sido ilegalmente detenidos, interrogados y enviados a campos de
trabajo solo por el hecho de asistir a los servicios religiosos y otras
actividades de la iglesia, de acuerdo con la información proporcionada por la
Asociación Ayuda a China.
El 8 de noviembre del 2011 las autoridades detuvieron a 52
miembros de la iglesia y confiscaron 170,000 Yuans ($27,000) de los fondos de
la iglesia. También destruyeron la casa en donde se reunían y enviaron a tres
miembros de la iglesia a campos de trabajo por organizar y participar en
reuniones de culto ilegales.
Ni el cuerpo de seguridad ni las autoridades locales han
seguido los procedimientos legales o emitido algún documento de tipo legal para
las familias de los detenidos. Las familias no tienen información sobre las
razones por las que los tres miembros de la iglesia fueron enviados a los campos de trabajo, ni
sobre el tiempo que ellos permanecerán allí o de la forma como son tratados.
Por favor, ore!
Por la liberación de los creyentes detenidos y por el
retorno de los fondos confiscados.
Por la salvación de la autoridades en la provincia de Hebei.
Por que los miembros de la iglesia permanezcan firmes en la
fe.
Salmos 56
Oración de confianza
1 Dios mío, ten misericordia de mí,
porque hay gente capaz de devorarme.
Todo el tiempo me oprimen y me combaten;
2 todo el tiempo mis enemigos me pisotean;
¡son muchos los soberbios que me atacan!
porque hay gente capaz de devorarme.
Todo el tiempo me oprimen y me combaten;
2 todo el tiempo mis enemigos me pisotean;
¡son muchos los soberbios que me atacan!
3 Pero yo, cuando tengo miedo, confío en ti.
4 Confío en ti, mi Dios, y alabo tu palabra;
confío en ti, mi Dios, y no tengo miedo;
¿Qué puede hacerme un simple mortal?
4 Confío en ti, mi Dios, y alabo tu palabra;
confío en ti, mi Dios, y no tengo miedo;
¿Qué puede hacerme un simple mortal?
Tomado del boletín del 21 de marzo del 2012 de la Voz de los
Mártires
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